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Fístulas perianales en perros

fistulas perianales en perros

¿Qué son las fístulas perianales?

Las fístulas perianales son un desbarajuste en el cual el ano, recto y región perineal del perro se inflama, enrojece y se irrita, causando un gran escozor. Este desorden interior es muy doloroso para el perro, porque la inflamación va creciendo gradualmente.

Las fístulas perianales son una enfermedad autoinmune (el sistema se ataca a sí mismo, dañando el tejido) que afecta con mayor frecuencia a pastores alemanes, así como sus distintos cruces ( retrievers, collies, etc ). Estos perros, al poseer una base de la cola ancha, se cree que tienen inflamación perianal debido a que en ocasiones no deja ventilar la zona anal que permanece húmeda, lo que favorece la proliferación de bacterias ( formación de fístulas ) que empeoran la situación, por lo que es siempre oportuno limpiar la zona varias veces al día con agua y betadine de uso veterinario.

Síntomas:

Algunos síntomas propios de esta enfermedad son:

  • Diarrea
  • Pérdida de peso
  • Picor anal intenso (el perro se rasca con frecuencia arrastrando el ano por el suelo)
  • Ulceraciones en la región perianal (futuras erosiones)
  • Incapacidad para controlar el intestino
  • Dolor cuando el perro elimina sus heces (sangrado)
  • Descarga de un líquido mal oliente

Tratamiento:

No existe una cura o medidas que eludan esta enfermedad, pero algunos factores que contribuyen a prevenir la infección en esta área del perro es una dieta saludable, así como una higiene anal continuada. Mantener el pelo del área anal lo más corto posible, así como limpiar esa zona más de dos veces al día ayudará a que, si hay alguna herida o inflamación, esta se disipe cuanto antes. Se puede incluir fibra en los desayunos o comidas, de esta manera cuando nuestro perro vaya a hacer sus necesidades, las heces serán más blandas y contribuirá a que no haya tanto dolor e irritación en la zona. También es útil comprar suplementos alimenticios para el perro, así como ablandadores de heces.

También se puede solicitar cirugía para retirar cualquier tejido inflamado o dañado. En algunos casos, y muy raramente, la amputación de la cola será lo más propicio para reducir la inflamación anal.

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